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jueves, 11 de octubre de 2007

Calzada (Roma)


La calzada romana era el tipo de camino utilizado por Roma para el desplazamiento por su Imperio.

Entre los usos de las calzadas destacaban la movilización de grandes ejércitos con una rapidez nunca vista hasta entonces y también el transporte de mercancías más rápidamente.

Las calzadas también tuvieron gran influencia en la difusión de la nueva cultura y en extender por todo el imperio la romanización.

En la construcción de la calzada se usaban materiales como piedras en bruto, rellenos de arena o grava, piedra triturada y losas de piedra con forma regular para el acabado.

Las ciudades también estaban atravesadas por calzadas que tenía un sistema que permitían cruzar de una acera a otra en días de lluvia, e impedían que los vehículos alcanzaran velocidades peligrosas.

domingo, 7 de octubre de 2007

Báscula romana (Roma)


La romana es uno de los instrumentos que se utiliza para pesar mercancías especialmente por parte de vendedores ambulantes y agricultores cuando venden sus mercancías directamente a los ciudadanos. Su uso se popularizó en Roma.

Es un artilugio ligero y fácil de manipular, aunque la exactitud de lo que se pesa no es muy grande y su principio de funcionamiento está basado en las propiedades de las palancas, donde el peso de una materia se contrarresta con el contrapeso del pilón a lo largo de la regla graduada.

Sus dos brazos tienen distinta longitud y el objeto que se quiere pesar se cuelga del más corto. A lo largo del brazo largo se desliza un peso o pilón, hasta que los brazos quedan en equilibrio. Las marcas situadas en el brazo del pilón indican el peso del objeto. Al utilizar el principio de la palanca, tiene la ventaja que el pilón puede ser de mucho menor masa que el objeto a medir.

Hay dos modelos de romanas: unas sirven para pesar mercancías poco pesadas y otras se utilizan para las de mayor peso.

En la actualidad, las romanas se están sustituyendo por otros tipos de balanzas más exactas y rápidas de manejar

jueves, 4 de octubre de 2007

Catapulta (Grecia, Roma y Cartago)

La catapulta es un instrumento militar utilizado en la antigüedad para el lanzamiento de grandes objetos utilizados como proyectiles. Fue inventada probablemente por los griegos y posteriormente mejorada por cartagineses y romanos y muy utilizada en la Edad Media.


Los modelos más grandes estaban montados sobre fuertes plataformas de madera, aunque también se utilizaban catapultas más pequeñas, que eran portátiles.
Para conseguir que el proyectil saliese disparado se usaba un sistema de torsión mediante cuerdas.

El lugar donde se situaba el proyectil no tenía, normalmente, forma de cuchara, sino que estaba formado por cuerdas unidas formando una honda.

Las primeras catapultas fueron en forma de una enorme honda planeada por Alejandro Magno y sus ingenieros para poder derribar las murallas del imperio persa.
Los griegos tenían una enorme honda que lanzaba enormes flechas por medio de cuerdas elásticas, luego ese modelo fue remodelado para lograr lanzar piedras usando la energía de cuerdas elásticas más la energía de otras cuerdas de tensión.

Balista (Roma)

La balista ( del griego ballistēs "arrojar") es una antigua arma de asedio de aspecto y mecanismo similares a los de una ballesta, pero de un tamaño mucho mayor.

Disparaba jabalinas por separado o en pequeños grupos, según el tamaño y estructura del modelo.

Debido a su tamaño, debía sostenerse sobre un
trípode y era manejada por varios hombres encargados de poner los proyectiles, tensar la máquina y liberar finalmente el proyectil.
Si la maniobra se hacía correctamente, el
proyectil salía disparado a grandes distancias y se clavaba en uno o más enemigos.

Se usaba principalmente en los asedios, ya que una vez
montada era difícil de apuntar con ella a objetivos móviles. No obstante, en ciertas ocasiones se incorporaron ruedas al soporte de la balista para poder cambiarla de sitio sin tener que desmontarla.

El modelo original grecorromano disparaba grandes piedras esféricas en lugar de dardos, que comenzaron a adoptarse más tarde. Resulta curioso constatar que fue la balista la que inspiró posteriormente la ballesta manual de la Edad Media, y no al revés.

jueves, 27 de septiembre de 2007

Termas (Roma)


Las termas romanas eran baños públicos aunque también eran considerados lugares de reunión y a ellos acudía la gente que no podía permitirse tener su propio baño en casa, como los plebeyos o los esclavos.

A veces los emperadores o los patricios concedían baños gratis para el resto de la población.

Las termas públicas romanas tenían una función social y política. Fueron lugares ideales para la conversación relajada, el recreo y la relación social. Se cuidaba el ambiente con una delicada decoración en donde no se escatimaban medios, llenando las estancias de maravillosos fresco, mosaicos y estatuas.

Los baños romanos abrían al mediodía y cerraban al ponerse el Sol. En los lugares destinados al baño había departamentos separados para hombres y mujeres; si no había espacios separados, el establecimiento abría unas horas al día para mujeres y otras para hombres. En algunas ocasiones, durante el Imperio, se permitió el baño conjunto a hombres y mujeres.

El agua era traída mediante la red de acueductos que toda ciudad romana tenía, aún cuando el punto de captación del agua estuviera lejos del núcleo urbano, como en el caso de Segovia que dista más de 14Km.

El interior de las estancias y las piscinas de agua caliente se realizaba mediante un sistema basado en la distribución mediante túneles y tubos de agua caliente y vapor que se extendía por debajo de los suelos de las estancias y piscinas y era alimentado por una serie de hornos que se hallaban en los sótanos. A este método se le llamaba hypocaustum.

Acueducto (Roma)

Un acueducto es un sistema o conjunto de sistemas acoplados que permite transportar agua en forma de flujo continuo desde un lugar hasta un punto de consumo distante. Su nombre proviene del latín aquae ductus ("conducción de agua").

La construcción de un acueducto exige el estudio minucioso del terreno que permitirá escoger el trazado más económico para permitir una pendiente suave y sostenida sin alargar demasiado el recorrido de la obra y además, para revestir los canales se usaba un mortero impermeable.

Cuando se debía salvar un camino, a un nivel un poco más bajo que el del acueducto, se usaban sifones, en los que el agua pasaba bajo el obstáculo y volvía a subir al nivel anterior. En muchas ocasiones, estos acueductos continuaron en uso durante la Edad Media e incluso en tiempos modernos, gracias a arreglos y restauraciones.

Los romanos construyeron los acueductos más importantes en tamaño, así como en mayor cantidad, en todos sus territorios.


Clepsidra (Egipto, Grecia y Roma)


Los relojes de agua o clepsidras datan de la antigüedad egipcia y se usaban especialmente durante la noche, cuando los relojes de sol perdían su utilidad. Los primeros relojes de agua consistieron en una vasija cerámica que contenía agua hasta cierto nivel, con un orificio en la base de un tamaño adecuado para asegurar la salida del líquido a una velocidad determinada y, por lo tanto, en un tiempo prefijado. El recipiente disponía en su interior de varias marcas de tal suerte que el nivel de agua indicaba los diferentes periodos, tanto diarios como nocturnos.


Los relojes de agua también se usaron en los tribunales atenienses para señalar el tiempo asignado a los oradores. Cuentan que el filósofo Platón inventó un reloj de agua muy eficiente. Más tarde fueron introducidos en los tribunales de Roma, con el mismo fin, además se usaban en las campañas militares para señalar las guardias nocturnas. El reloj de agua egipcio, más o menos modificado, siguió siendo el instrumento más eficiente para medir el tiempo durante muchos siglos.